Desde el jardín de residencia privada a la finca de caza o de recreo, directo al campo de golf o a un yate (con helipuerto). De Madrid a Marbella en 1 hora y 45 minutos o de Málaga a Gibraltar en media hora. «Un helicóptero tiene capacidad de aterrizar donde sea seguro, sin necesidad de contar con un aeropuerto, por lo que confiere al viaje un gran carácter de confidencialidad», argumenta Alberto Delgado, CEO y fundador de WAG, World Aviation Group, compañía que engloba todas las disciplinas del sector aeronáutico. Desde una escuela de formación (con más de 1.200 estudiantes; en sus centros se instruyen las fuerzas aéreas de Portugal y Letonia) de avión, helicóptero y dron; aviación privada a bordo de dos exclusivas aeronaves, servicios esenciales de mantenimiento y de operación para servicios públicos. «Como operador aéreo [AOC, como lo es Iberia o Air Europa] con reconocimiento mundial, contamos con dos helicópteros VIP, Airbus EC130 B4 y Bell 429, el mejor y más exclusivo de España», apunta el también piloto de aviones comerciales y de helicópteros.
Con base en Madrid y una secundaria en Málaga, realizan desde paseos turísticos, trayectos discretos o transfers ejecutivos. «Te permite llegar desde la capital a cualquier punto de la Península y a Baleares sin escalas, con una velocidad de 150 a 155 nudos», explica Delgado. También son despachos de altos vuelos: «Sí, principalmente es un transporte, que gana eficacia y tiempo, pero también un objeto de deseo donde se cierran muchísimos contratos, pero muchísimos», revela Delgado, que asegura que muchas empresas contratan horas en el aire para impresionar a la hora de pactar negocios. Y, «como pueden volar sobre el agua, pueden estar basados en un barco», añade. «Lo hemos hecho en verano», cuenta el directivo que creó esta empresa hace diez años y es también el representante oficial de Bell en España y Portugal.
Con una capacidad ambos de siete pasajeros más piloto o de dos pilotos más seis, su interior es «una cabina muy amplia, con tres asientos y otros tres enfrentados, a modo de classy club, la configuración más vip», explica Delgado. A bordo, todos los extras que quiera el cliente para el viaje, desde un aperitivo a Internet.
El perfil de cliente de esta compañía para la que siempre es temporada alta -solo cambian los destinos- «es un turista de altísimo, standing que quiere recorrer [y sobrevolar] por la mañana la Alhambra de Granada, a continuación visitar la Mezquita-Catedral de Córdoba, tomarse unas tapas en el barrio de Santa Cruz de Sevilla y dormir después en Marbella. Por privacidad, nos contrata a través de un intermediario. O un gran ejecutivo o una empresa para un uso corporativo», detalla el empresario.
Su precio, 2.000 euros por hora de vuelo del Airbus EC130 B4 y 4.000 en Bell 429, un biturbina de última generación que WAG posee desde finales de 2023.
