25/06/2024

MADRID

Vuelos en helicóptero a la carta, la penúltima pirueta del lujo en la capital (desde 2.000 euros la hora)

Desde recorridos turísticos y gastronómicos hasta actividades como el golf o la caza. Así es el nuevo servicio de helicópteros VIP para surcar los cielos madrileños, y más allá.

Martes, 25 junio 2024 – 00:13
La 'crème de la crème' de la flota de World Aviation, el Bell 429 para siete pasajeros sobre la pista del aeródromo de Cuatro Vientos.

La M-40 va cargadita. El panorama a 1.200 pies de altura de ese «tráfico denso» que repite, machacona, la radio cada día, es otra historia. Volamos en un helicóptero Bell 429, el único que existe de pasajeros en Europa, además de la joya de la flota de la empresa World Aviation Group. A bordo, avanzamos por el cielo madrileño suaves como la seda.

Es la última pirueta del lujo en la capital. Con sede en el aeropuerto de Cuatro Vientos, esta empresa aeronáutica cuenta con una de las ocho licencias que hay en España para realizar vuelos comerciales en helicóptero. Un servicio que aún está despegando en nuestra geografía, pero que en países como EEUU está a la orden del día. No es para todos los públicos, desde luego. «El perfil del viajero que se desplaza en helicóptero es superior incluso al del jet privado«, asegura Fernando Gómez, portavoz de la compañía. Eso se debe a que en el mundo aeronáutico, lo más complejo y costoso es precisamente operar este tipo de naves. «La formación es más cara y la hora de vuelo tiene un coste superior a la de un avión que tuviera similares características», subraya Gómez. «En un servicio a demanda. La casuística de lo que nos piden es infinita: la realidad supera la ficción».

José Ángel Valladar, responsable de desarrollo de negocio y al frente de las experiencias VIP en helicóptero, apunta que la mayoría de sus pasajeros son extranjeros. «Luego está el cliente de lujo español: futbolistas y gente del mundo del IBEX«. Volar a bordo de un helicóptero tiene dos ventajas imbatibles para este tipo de público. Una es que pueden aterrizar en pequeños espacios. Sólo necesitan un espacio de 30 por 30 metros (y sin obstáculos).

Pasajeros durante un vuelo panorámico.
Pasajeros durante un vuelo panorámico.

«En algunos países hay gente que no toca el suelo. Aquí no sucede porque tenemos una legislación muy estricta en la que prima la seguridad», señala Gómez, para el que éste es el medio de transporte «ideal» para trasladar al cliente a su finca de caza o a su villa, esa conexión de ‘última milla’ del pasajero de lujo. Un helicóptero puede volar unas dos horas y media. Existe ese público muy familiarizado con este tipo de aeronaves. Por ejemplo, ir a cenar a un sitio exclusivo al que solo se puede acceder con helicóptero o volar de Málaga a Marbella, que son sólo 10 minutos de viaje. «Este segmento de público lo paga. Es un medio de transporte que añade valor al turismo de lujo».

VUELOS PANORÁMICOS

Desde la capital, el caso más común es el traslado a fincas o campos de golf en entornos como Toledo y Extremadura. La otra son los vuelos panorámicos, que suelen durar entre 45 minutos y una hora. El precio empieza en los 2.000 o 2.500 euros. Aunque asciende al doble si queremos volar en el aún más lujoso Bell 429. Las excursiones por los cielos de Aranjuez, Segovia y Toledo son muy demandadas. En realidad, todos los destinos a un radio de 200 kilómetros de la Villa y Corte.

El piloto sobrevolando los cielos al sur de Madrid.
El piloto sobrevolando los cielos al sur de Madrid.

La otra gran ventaja de volar en helicóptero en Madrid, al menos desde el caso concreto del aeródromo de Cuatro Vientos, es la privacidad. Aquí no existe la terminal como tal, ni asuntos tan mundanos como el control de pasaporte. Para acceder al Bell 429 solo hay que atravesar el hangar de World Aviation. Un hangar, por cierto, muy divertido, repleto de aeronaves de todo tipo donde aprenden a volar los estudiantes de la escuela de pilotos, otra de las patas de este conglomerado de empresas que se dedica al sector aeronáutico.

Ya en la pista de despegue aguardan los dos niños bonitos de la compañía: un Airbus EC130 B4 azul y el Bell 429, negro con líneas rojas. Éste último, el más joven de los modelos del fabricante estadounidense, es la crème de la crème. «Es el único que hay en Europa de transporte de pasajeros y con las últimas características técnicas que puede tener hoy en día un helicóptero a nivel civil», afirma Gómez. Como pasajero, llama la atención lo poco que se mueve en el aire. Con una capacidad para siete pasajeros, además del piloto, cuenta con cómodos asientos de cuero y auriculares Bose que bloquean el ruido de las hélices. Parece que va a sonar en cualquier momento la banda sonora de una película del agente 007… En realidad, lo que se escucha son los intercambios de la torre de control de Cuatro Vientos. Resulta que también hay hora punta en el cielo madrileño.

EMPLEO

Si quieres unirte a nuestro equipo no dudes enviarnos tu CV al siguiente mail careers@groupworldaviation.com